Este “Ecce Homo”, atribuido por el profesor Enrique Valdivieso a Bartolomé Esteban Murillo y su obrador, es un magnífico ejemplo de la técnica y del estilo del maestro sevillano. Realizada durante su época de madurez, en esta pintura se puede apreciar la maestría de Murillo para capturar con su pincelada la delicada musculatura del torso, valiéndose del uso del color y de la luz, creando así sutiles contrastes que definen la figura de Cristo. Jugando con este contraste, el artista consigue captar magistralmente las diferentes texturas, desde la suavidad de la piel a la rugosidad de las cuerdas que unen las muñecas o la dureza de la corona de espinas.
Murillo es capaz de plasmar en el lienzo ese momento de profunda introspección y emoción contenida en el rostro de Jesús, mostrando justo el instante en que, con la mirada hacia un lado y hacia abajo, ha aceptado el que será finalmente su destino.
La obra posee Informes técnicos y certificados. Un estudio de materiales realizados a partir de micromuestras de pigmentos y del lienzo que datan la obra en el siglo XVII. Un análisis de la obra mediante radiografías y fotografías digitales de luz infrarroja y luz ultravioleta que evidencian el proceso de creación de la obra y las restauraciones realizadas. Contamos además con informes de incautación y devolución de la obra procedentes del Archivo del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) y Certificado de expertización realizado por el profesor Enrique Valdivieso, autor del catálogo razonado de Murillo.